lunes, 3 de septiembre de 2018

Unai Agirrezabal-cooperante




En un abrir y cerrar de ojos, ya nos encontramos en la recta final de nuestra experiencia en Collique. Estos dos meses han dado para mucho y aun lo que nos queda. Hemos tenido momentos buenos y malos, donde no ha sido fácil digerir nuestras emociones y hacer una reflexión constructiva.  Pero como ya comentó Paula en su anterior blog, son las cosas pequeñas las que más nos enseñan y estamos aprendiendo mucho.

Estamos inmersos en numerosos proyectos. Por las mañanas Leticia y yo vamos a un centro de “Estimulación Temprana” – Viatorcitos- con niños de 1 a 3 años. Por las tardes, como ya han comentado mis compañeras en las anteriores entradas, apoyamos en la ludoteca, que ahora hemos tenido que reducir a solo dos días por semana, pues también por las tardes coordinamos dos talleres de radio que están dando buenos frutos y espero poder compartir una pequeña muestra de lo mucho que hemos aprendido. Y por último, los fines de semana hacemos un taller de lectura con niños de San Camilo. Este último grupo es muy dinámico y activo, con gran interés en las sesiones; esto nos ha facilitado mucho en todo el proceso.

En los talleres hemos tenido que sacar lo mejor de nosotros para poder llevar todo a cabo. Era la primera vez que hacíamos un taller de radio y pese a tener unas primeras inquietudes y dudas estamos muy contentos con lo que hemos podido hacer. No ha sido fácil organizar por nuestra cuenta, pero el equipo del centro nos han ayudado en lo que han podido y ya vamos a empezar a grabar el 1er programa de radio!

Además en la escuela “Viatorcitos” estamos intentando implantar un taller de Psicomotricidad basada en la metodología Acouturier. La idea es aprender todos un poco más sobre este autor y poder adecuar el espacio, el horario y los propios profesores para que puedan después llevarlo a cabo de manera autónoma.

Hemos trabajado en equipo desde el principio, al ser cuatro no ha sido fácil pero cada uno ha ido cogiendo unos roles y unas responsabilidades y esto nos ha ayudado mucho y al ser tantos no ha sido tanto el trabajo a realizar.

Para concluir querría hacer una pequeña reflexión, lo tenemos todo, no nos falta de nada, y el poder vivir una experiencia tan intensa y tan desde dentro te hace ver el mundo de otra manera. De sentirla y vivirla desde otro punto de vista. Fijémonos en estas cosas, en los pequeños detalles que tanto significan. Aquí tienen que vivir con muy muy poco y trabajar muy duro si no quieren que esta gran ciudad les coma.

No nos queda mucho, pero vamos a disfrutar al máximo de estas últimas semanas y aprender todo lo que podamos.
Espero que lo poco que hayamos podido aportar sirva para un futuro.

Eskerrik asko!!!