Ya ha pasado un mes y medio desde que aterrizamos en Collique. Durante este tiempo hemos tenido la oportunidad de conocer la realidad que se vive en este pueblo, aunque aún nos queda mucho por descubrir.
Tenemos las semanas atareadas; las mañanas las paso en el Colegio Virgen de Guadalupe junto Ainhoa. Intervenimos en diferentes aulas de educación primaria para apoyar a alumnos de diversidad funcional. Por las tardes, seguimos con la ludoteca apoyando a diferentes alumnos de 4° grado de primaria. Durante esta semana iniciaremos los talleres de lectura y radio en dos colegios diferentes con alumnos también de diferentes edades.
Por otro lado, los sábados, realizamos un taller de lectura dirigida hacia los niños de una comunidad, en la que el rango de edad es más amplio ya que va desde los 6 hasta los 12 años. En estos talleres, realizamos actividades y dinámicas totalmente lúdicas para poder motivarles y por supuesto, se lo pasen bien.
Somos muy afortunados de poder estar aquí y de tener contacto con una realidad tan diferente a la nuestra. Yo, personalmente, creo que los que más estamos aprendiendo de todo esto somos nosotros mismos. Basta con ver la sonrisa de un niño para darnos cuenta que podemos ser felices con muy poco.
Fijémonos en los detalles más pequeños pues eso es lo que nos hará más grandes.
