viernes, 26 de julio de 2013

Nuevos vecinos

Collique tiene una nueva familia como vecinos. Transcurridas dos semanas, vamos familiarizándonos con nuestra nueva rutina: comprar el pan por las mañanas, sacar la basura, conocer cada puesto del mercado, hacer la comida, ir a trabajar, limpiar, disfrutar de nuestro ocio y tiempo libre... Incluso ya saludamos a gente conocida por la calle. 
Además montamos a menudo en el medio de transporte estrella, "la combi", donde aunque hay que tener mil ojos, nos lleva allá donde queramos. También nos atrevemos a probar en los puestos de la calle todo aquello  que no conocemos y vamos sumando a nuestra dieta, productos típicos peruanos. Estamos seguros de que regresaremos a casa con unos cuantos kilos más. Hoy día viernes, nos vamos de excursión a Yungay 5 días. ¡A la vuelta os contamos!


lunes, 22 de julio de 2013

HASTA PRONTO




El pasado viernes despedimos a Carina, Ninette, Simon, Chrystel, Jason, Yca, Michelle y Kathleen  un grupo canadiense.  Ellos y ellas estuvieron visitándonos gracias a la organización Desarrollo y Paz,  representada por Kathleen Ladouceur, en conjunto con el Centro San Viator, el objetivo fue que tengan un acercamiento con la realidad peruana.


La experiencia de este grupo estuvo a cargo de Karen Lezma en representación de San Viator,  quien nos cuenta que se trabajó con ellas y ellos la metodología del “ver, juzgar y actuar”, metodología que consistió en mostrarles la realidad y sensibilizarlos.
Su convivencia en el Centro duró dos semanas, y en conjunto compartimos una gran experiencia. Es por ello que el día de la despedida no podía faltar  el delicioso pan de semillas, elaborado por dos jóvenes integrantes del Centro, Junior y Bryan; la riquísima  “Causa de pollo” elaborada por Juana, quien era considerada como una mamá por los y las canadiense; “Croquetas de papa” preparadas por las colaboradoras Vascas y por supuesto la música, los bailes y las risas.
Estoy segura que guardaremos un bonito recuerdo de este simpático grupo de canadienses. Gracias por su visita y esperamos que algún día nos volvamos a ver. ¡Hasta pronto!


viernes, 19 de julio de 2013

PRIMERA SEMANA EN COLLIQUE

Collique, nuestro nuevo hogar.
Para nosotros ha sido sorprendente encontrarnos con una realidad tan diferente a la nuestra,  pero por otra parte, nos estamos adaptando muy bien. La gente que nos rodea hace que todo sea más fácil.
El fin de semana hicimos una excursión a Canta. El viaje fue un poco tormentoso ya que la carretera estaba en obras y tardamos 6 horas ida y 4 horas vuelta en hacer 216 km, IM-PRESIONANTE! Pero el viaje mereció la pena por la parrillada que Juana nos preparó.

miércoles, 17 de julio de 2013

Cooperantes Vascos


¡Ya estamos aquí! Somos un grupo de 8 cooperantes vascos que venimos a Collique durante tres meses para compartir experiencias, colaborar en todo lo que podamos, conocer al pueblo peruano y estamos seguras(os) de que vamos aprender mucho durante nuestra estancia. En primer lugar, queremos presentarnos, somos: Maitane, Iñaki, Laura, Olaia, Lohitzune, Eider, Laida y Lidia. Llegamos el jueves 11 de julio y estamos muy contentas(os) con la bienvenida tan calurosa que nos han dado. Poco a poco vamos conociendo el entorno y ubicándonos en nuestras funciones. De ahora en adelante queremos compartir nuestra experiencia y nuestro día a día en este espacio. ¡Nos vemos!



viernes, 12 de julio de 2013

¡Yo puedo ser!

El reloj marcaba las cinco y media de la tarde y el timbre comenzaba a sonar. Papitos y mamitas empezaban a llegar para la reunión programada.  

Unas fuertes carcajadas instaron mi curiosidad y me hicieron dirigir al lugar de donde provenían aquellas risas. Al ingresar al aula, pude vislumbrar a un grupo de mujeres y varones girando alrededor unas mesas, reían, gritaban, saltaban y corrían como niñas y niños. En esos instantes, vino a mi mente aquella frase de Madre Teresa de Calcuta: “Con el tiempo la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, pero tu espíritu no cambia”. No hay duda que todas y todos llevamos una niña y un niño dentro, para reír, para soñar, para jugar. 

Sin embargo, al momento que una de las maestras del centro mostró un colorido cartel que decía “yo puedo ser” y les preguntó: ¿Cómo pueden ser con sus hijas e hijos? sus expresiones cambiaron. Creo yo, que en esos momentos pensaban en ellas y ellos.

La siguiente pregunta fue: ¿Puedo ser tolerante y respetuosa (so)?. Se empezó a hablar del amor hacia las hijas y los hijos, frases como ¡te quiero! , ¡te respeto!, ¡te valoro!; parecían hacer volar su imaginación, aquella escena en la que miran frente a frente a sus hijas e hijos, y creen que decir ¡te quiero! no es indispensable. Pues basta con darles de comer, con   vestirles  con mandarlas y mandarlos a la escuela, eso significa te quiero. Los abrazos y palabras sobran. Pero con cada palabra que la maestra mencionaba, aquellas personas se mostraban pensativas.

Sin duda, creo que terminada la reunión lo único que querían los papitos y mamitas era llegar a casa, mirar a sus niñas y niños y decirles, yo puedo ser: Tolerante, responsable y respetuosa, contigo ¡te quiero con todo mi corazón!.